- Dos globos.
- Un tubo para comunicar ambos
- Fuerza en los pulmones para hinchar los globos.
Desarrollo:
En primer lugar, hinchamos los globos 1 y 2 de tal manera que el globo 1 sea de mayor tamaño que el globo 2 (contenga más aire). Nuestra experiencia consistirá en comunicar ambos para comprobar qué ocurre con el aire que contienen.
Precisamos un tubo comunicante (manguera) y extremar la precaución a la hora de unir la boquilla de cada uno de los globos al tubo, de tal manera que, para evitar pérdidas de aire, le daremos un par de vueltas a la boquilla de cada globo.
Una vez unidos ambos al tubo comunicante y para observar adecuadamente la experiencia, deshacemos las vueltas que realizamos en el globo 2 (globo de menor tamaño) comprobando así que el volumen de este globo disminuye ligeramente, pues parte del aire que contenía pasará a ser el encargado de rellenar el tubo comunicante.
Tras haber realizado el paso anterior, nos encontramos en una situación en la que el globo 1 aún conserva las vueltas en su boquilla y “no ha entrado en juego”, por lo que su presión sigue siendo la misma. El globo dos, sin embargo, ha visto disminuida su presión al comunicarse con el tubo comunicante. Por tanto:
PRESIÓN GLOBO 1 > PRESIÓN GLOBO 2
En este momento deshacemos las vueltas del globo 1 y todos pensaremos lo siguiente: como el aire va desde donde hay más presión hacia donde hay menos presión, el globo 1 debería transmitir su contenido al globo 2 e igualar sus tamaños. Esta situación no se llega a producir.
Esto es debido a que, en realidad, el globo que tiene más presión es el globo 2:
Presión globo = presión atmósfera + presión membrana
La presión atmosférica para ambos es la misma, pero en el globo 1, al estar más hinchado, la presión de la membrana es pequeña; mientras que en el globo 2 la presión de la membrana es muy grande dado que está poco hinchado.
En definitiva, al estar en contacto los dos globos se igualan las presiones pero no el volumen.
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